sábado, 5 de abril de 2008

Batalla de Maipú, 5 de abril de 1818

Ayer a la tarde, cuando volvía a casa tranquilamente cruzando la plaza San Martín luego de pagar algunas cuentas en el banco, me topé de golpe con un escuadrón del regimiento de Granaderos a Caballo en cuyo estandarte decía "Escuadrón Maipo" formado en cuadro frente al monumento del Libertador Gral San Martín (foto superior) además de muchas autoridades en un palco y público rodeando a todo este grupo. Como soy muy curioso me quedé a ver de que se trataba el evento ya que además vi en los faroles de la plaza banderas argentinas y chilenas. Resultó ser la ceremonia de conmemoración de los 190 años de la Batalla de Maipú. Me quedé hasta que finalizó y escuché los discursos que se dieron, en especial uno muy emotivo de un oficial de Granaderos que narró el desarrollo de la batalla en forma tan real que, a medida que él hablaba, yo iba tomando conciencia de que los que combatieron en esta batalla hace 190 años fueron gente normal como nosotros, con familias, padres e hijos, gente ordinaria, pero que se vió enfrentada a situaciones extraordinarias en la época que les tocó vivir, en las que debieron tomar decisiones dificiles, también extraordinarias, y lo hicieron con tal falta de egoismo y desapego por sus propias vidas que todavía hoy afectan la vida de todos los que vinimos después de ellos. Cuando volví a casa me metí en internet a investigar y aprender un poco más sobre este episodio. Este post es el resultado de lo que aprendí y se lo dedico a todos los que, como yo, poco sabemos, ya que poco fue lo que nos enseñaron, de la historia argentina pese a ser argentinos.


Hoy, hace exactamente 190 años, el 5 de abril de 1818, tuvo lugar la Batalla de Maipú entre el Ejército Realista (de 4.000 hombres y 12 piezas de artillería), bajo las órdenes del General español Mariano Osorio, y el Ejército Único patriota (6000 hombres y 21 piezas de artillería), formado por el Ejército de los Andes, con el regimiento de Granaderos a Caballo, junto con el Ejército Chileno del General Bernardo O'Higgins, a la sazón Director Supremo de Chile, bajo el mando único del Libertador General José de San Martín, en el marco de la Guerra de la Independencia.

El hecho de armas acaeció al sur de Santiago de Chile, en los llanos del río Maipo, allí San Martín organizó a su ejército en una posición elevada esperando el ataque español, el cuál se colocó casi cara a cara en una posición elevada de la misma manera que la posición patriota. A las 11.30 de ese día San Martín ordenó abrir el fuego. Comenzó un duelo de artillería sin resultados favorables a ningun bando, que fue seguido por un ataque frontal iniciado por las divisiones patriotas, al mando de los coroneles Las Heras y Alvarado, contra el centro de la formación realista. Lo que siguió fue una encarnizada batalla que duró aproximadamente 3 horas. Los patriotas no cejaban en su ataque y los realistas lo resistían heróicamente mientras se retiraban, debiendo soportar entre 8 y 10 cargas de caballería. Los últimos realistas al mando del Brigadier Ordoñez se refugiaron en un caserío llamado “Lo Espejo”, en ese lugar continuaron los combates, la infantería patriota acometía con singular bravura y la infantería realista resistía con una tenacidad admirable. Para no perder más hombres San Martín ordenó cesar los ataques y batir el caserío con artillería. Tras ser arrasados por el fuego artillero y luego de un asalto final patriota, los realistas debieron rendirse.

San Martín diría posteriormente: "Con dificultad se ha visto un ataque más bravo, más rápido y más sostenido, y jamás se vió una resistencia más vigorosa, más firme y más tenaz". Ambos bandos lucharon con un coraje y una entrega dignos de héroes.

El general chileno Bernardo O'Higgins, convaleciente de una gran herida recibida en el combate de Cancha Rayada, se presenta en el campo de batalla poco antes de terminado el último ataque y entusiasmado por la victoria abraza a San Martín (en una escena que dio origen a un cuadro) en un histórico abrazo conocido como El abrazo de Maipú, y le dice “¡Gloria al salvador de Chile!” a lo que San Martín le responde “General: Chile no olvidará jamás al ilustre inválido que se presenta herido en el campo de batalla”. El resultado de la batalla fue de 1000 bajas entre muertos y heridos de los patriotas y 1500 muertos y 2289 prisioneros entre los realistas, 700 lograron retirarse.

Esta batalla es considerada una de las más importantes de la emancipación americana ya que selló definitivamente la libertad de Chile, aseguró la de Argentina y posibilitó la posterior Expedición Libertadora del Perú, que decidiría la libertad de Perú. Después de esta batalla, los realistas españoles llegaron a la conclusión que la Guerra de la Independencia en el sur de América estaba ya prácticamente decidida a favor de los americanos.



1 comentario:

Anónimo dijo...
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