





La mañana del domingo 7 de diciembre de 1941, una fuerza de portaaviones de la Armada Imperial Japonesa atacó por sorpresa, con más de 300 aviones, la base naval de Pearl Harbor de la US Navy en la isla de Oahu, Hawaii, asiento de la Flota del Pacífico. El ataque dañó o destruyó 13 buques de guerra y 188 aeronaves y ocasionó la muerte a 2403 militares y 68 civiles estadounidenses. El Almirante Isoroku Yamamoto, comandante de la Flota Imperial (foto), planeó el ataque como el inicio de la Campaña del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial, y fue dirigido por el vicealmirante Chuichi Nagumo, quien perdió solo 64 militares. La idea de los japoneses era la de romper negociaciones con Estados Unidos 30 minutos antes del ataque, pero la coordinación falló y el ataque fue realizado sin previa declaración de guerra, lo que llevó al presidente Roosevelt a decir que esa fecha era un día que viviría en la infamia. El almirante Yamamoto, descontento con el error cometido, dijo "Me temo que todo lo que hemos hecho no es sino despertar a un gigante dormido y haberle forzado a tomar una resolución terrible". Efectivamente como consecuencia del ataque Estados Unidos declaró la guerra al Japón e ingresó en la Segunda Guerra Mundial. Exactamente 7 meses después, el 6 de junio de 1942, se produciría la batalla de Midway que volcó definitivamente el rumbo de la guerra en el Pacífico en favor de Estados Unidos. Esta sangrienta guerra, que ocasionó aproximadamente 6 millones de víctimas, finalizó 3 años y 8 meses después, el 14 de agosto de 1945, con la rendición incondicional de Japón, y luego de que Estados Unidos arrojara dos bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, en territorio japonés.