Desde ayer viernes, como todos los años, a fines de otoño, comenzaron a llegar a Golfo Nuevo y Golfo de San Jorge en Península de Valdez, en la Patagonia argentina, la ballenas francas australes (eubalaena australis) en donde permanecerán apareándose hasta comienzos del verano, época en que retornarán a la zona antártica hasta el próximo año. El evento que viene repitiéndose desde hace años se convierte en un verdadero atractivo turístico, las ballenas se acercan a las embarcaciones de avistajes o a la playa y juegan entre ellas, saltan o permanecen estáticas con las colas fuera del agua sin ningún temor, como si supieran que estan siendo fotografiadas. La caza de esta especie de ballenas está prohibida desde 1986, razón por la cual cada vez son más ejemplares los que arriban a este santuario todos los años. Ya han sido reconocidos más de 850 individuos.Verlas una y otra vez nunca cansa. Como no se cansan ellas de repetir sus hábitos, volviendo siempre a los mismos lugares, nadando muchas veces en torno de los mismos grupos de rocas. A veces se destaca un macho danzando en torno de una hembra con fines amorosos, a lo que ella podrá responder aceptándolo o no: en este caso, se pondrá panza arriba y sacará a la superficie las aletas dorsales. Y si lo acepta, el fruto será un ballenato que se gestará durante los doce meses siguientes, y que será cuidadosamente atendido por su madre durante los primeros dos años de vida.
El arribo de las ballenas está siendo a transmitido todo el mundo durante 72 horas ininterrumpidas por internet para todos aquellos que deseen disfrutarlo. El toque de originalidad de este año lo dió el músico argentino Javier Calamaro que decidió darle la bienvenida a las ballenas al Golfo Nuevo y lo hizo cantándoles sumergido dentro de una "
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