Hoy, hace exactamente 190 años, el 5 de abril de 1818, tuvo lugar la Batalla de Maipú entre el Ejército Realista (de 4.000 hombres y 12 piezas de artillería), bajo las órdenes del General español Mariano Osorio, y el Ejército Único patriota (6000 hombres y 21 piezas de artillería), formado por el Ejército de los Andes, con el regimiento de Granaderos a Caballo, junto con el Ejército Chileno del General Bernardo O'Higgins, a la sazón Director Supremo de Chile, bajo el mando único del Libertador General José de San Martín, en el marco de la Guerra de la Independencia.
El hecho de armas acaeció al sur de Santiago de Chile, en los llanos del río Maipo, allí San Martín organizó a su ejército en una posición elevada esperando el ataque español, el cuál se colocó casi cara a cara en una posición elevada de la misma manera que la posición patriota. A las 11.30 de ese día San Martín ordenó abrir el fuego. Comenzó un duelo de artillería sin resultados favorables a ningun bando, que fue seguido por un ataque frontal iniciado por las divisiones patriotas, al mando de los coroneles Las Heras y Alvarado, contra el centro de la formación realista. Lo que siguió fue una encarnizada batalla que duró aproximadamente 3 horas. Los patriotas no cejaban en su ataque y los realistas lo resistían heróicamente mientras se retiraban, debiendo soportar entre 8 y 10 cargas de caballería. Los últimos realistas al mando del Brigadier Ordoñez se refugiaron en un caserío llamado “Lo Espejo”, en ese lugar continuaron los combates, la infantería patriota acometía con singular bravura y la infantería realista resistía con una tenacidad admirable. Para no perder más hombres San Martín ordenó cesar los ataques y batir el caserío con artillería. Tras ser arrasados por el fuego artillero y luego de un asalto final patriota, los realistas debieron rendirse.
San Martín diría posteriormente: "Con dificultad se ha visto un ataque más bravo, más rápido y más sostenido, y jamás se vió una resistencia más vigorosa, más firme y más tenaz". Ambos bandos lucharon con un coraje y una entrega dignos de héroes.
El general chileno Bernardo O'Higgins, convaleciente de una gran herida recibida en el combate de Cancha Rayada, se presenta en el campo de batalla poco antes de terminado el último ataque y entusiasmado por la victoria abraza a San Martín (en una escena que dio origen a un cuadro) en un histórico abrazo conocido como El abrazo de Maipú, y le dice “¡Gloria al salvador de Chile!” a lo que San Martín le responde “General: Chile no olvidará jamás al ilustre inválido que se presenta herido en el campo de batalla”. El resultado de la batalla fue de 1000 bajas entre muertos y heridos de los patriotas y 1500 muertos y 2289 prisioneros entre los realistas, 700 lograron retirarse.
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