Este año y por décimo año consecutivo, sobre las aguas de la laguna Rodrigo de Freitas en Río de Janeiro, se puede ver el que, según el libro Guiness de los Records, es el árbol de Navidad flotante más grande del mundo. Este pequeño arbolito tiene 82 metros de altura y pesa 450 toneladas. Está iluminado por 2,8 millones de luces y 35.000 metros de mangueras luminosas con una potencia de 2,228 kilovatios, la energía necesaria para dar luz a 300 casas. Posee 48 bombas hidráulicas que lanzan los chorros del "ballet de aguas" hasta una altura de 20 metros y está montado sobre una superficie de 810 metros cuadrados. A diferencia de años anteriores, tiene luces de varios colores que forman espigas, velas y otros motivos navideños. Todas las noches, hasta el 6 de enero y desde cualquier punto de la laguna, se puede disfrutar de un espectáculo de luces y aguas en movimiento.
El 1,1 millón de dólares que costó el adornito navideño fue financiado por el grupo Bradesco y por la alcaldía de la ciudad y todos los años para estas fechas se convierte en la sensación de Rio tanto para los locales como para los turistas que se acercan a pasar las fiestas. Los cariocas, para no perder la costumbre, no solamente tienen "o estadio mais grande do mundo" (Maracaná) sino que ahora también tiene "o arvore de Natal mais grande do mundo".
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